sábado, 9 de julio de 2011

“Hay que desconfiar de los genios porque a veces se hacen los muertos…”


           
            El señor, el señor completo que era Facundo Cabral seguirá siéndolo, pero ya no en su tangibilidad. Y es que a alguien se le ocurre matar a los genios. Un día de repente ese alguien se levanta y decide convertir a algunos en leyendas, como si él pudiera decidir el momento en que se acaba una línea itinerante para convertirlo en horizontes transitables.

“Sos una leyenda viviente que se pasea graciosamente entre la biblia y el Pedro Páramo, entre el desierto y la Tierra del Fuego, entre Chagall y Octavio Paz.”

9 de julio de 2011, fecha de la muerte, del asesinato de Facundo Cabral. Una breve reseña de él, no de su asesinato, porque el mismo lo dijo: “el día que yo me muera no habrá que usar la balanza, pues pa’ velar a un cantor con una milonga alcanza…” y que la milonga sea eterna:

Nace el 22 de mayo de 1937, hoy tuvo 74 años. De La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina, mexicano por exilio en 1976 y empezó formalmente su vagabundeo del que se decía: “Facundo Cabral es un vagabundo "first class"” y que lo llevó a mas de 150 países, a cantar, como dicen, trovar; y en otros sólo a compartir su sabiduría embadurnada de humor negro, embarrada de Borges, protesta y contestatarismo. Anarquista no lo sé, lo dudo, más bien uno de los que a mí me caen bien: un creyente incrédulo.

“Facundo Cabral es la versión divertida de la Enciclopedia Británica.”

En el 70 creó la canción que se convertiría en su carta de presentación y la que fue su despedida: “No soy de aquí ni soy de allá”; dicen que en el último concierto que alcanzó a dar fue así también la última canción que interpretó: demuestra su filosofía según lo creo. La transcripción de la rola:

NO SOY DE AQUI NI SOY DE ALLÁ
(Versión de Jorge Cafrune)

Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y las malas señoras,
saltar paredes y abrir las ventanas,
y cuando llora una mujer.

Me gusta el vino tanto como las flores,
y los conejos, pero no los tractores,
y el pan casero y la voz de Dolores,
y el mar mojándome los pies.

No soy de aquí..., ni soy de allá,
no tengo edad, ni porvenir,
y ser feliz es mi color de identidad.

Me gusta estar tirado siempre en la arena,
en mi matungo perseguir a Manuela,
o todo el tiempo para ver las estrellas,
con la María en el trigal.

No soy de aquí..., ni soy de allá,
no tengo edad, ni porvenir,
y ser feliz es mi color de identidad.
(Versión de Facundo Cabral - Estudio)

Me gusta el mar y la mujer cuando llora
las golondrinas y las malas señoras
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril

Me gusta el vino tanto como las flores
y los amantes, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad

Me gusta estar tirado siempre en la arena
y en bicicleta perseguir a Manuela
y todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad


Otra Versión de Facundo Cabral:

'Me pongo el sol al hombro
y el mundo es amarillo
y si llueve, me mojo,
y no me enojo porque no encojo.

Una lechuga me basta y sobra
para hacer sombra
y qué me importa si no me nombran.

Limpio mi vagón de carga,
duermo una semana larga,
como una porción de pizza
y me vivo de la risa.

Me gusta andar
pero no sigo el camino
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano muy lejos
para volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los abrazos que me dan mis hermanos,
me gusta, me gusta.'


Me gustas tú y el mundo que te acompaña
la primavera y los pastores de España
la libertad y aquel invierno de Holanda
entre Van gogh y Apollinaire

Me gusta el mar y el fuego que te delata
Alejandría y los antiguos piratas
el nacimiento permanente en Manhattan
y el desenfado de los blues

No soy de aquí, ni soy de allá...

Me gusta el sol sobre la Piazza San Marcos,
y la manera de esperar del tarasco,
el viejo grupo armando el nuevo cigarro,
y las mujeres de Aviñón

No soy de aquí, ni soy de allá...

                “Facundo Cabral es un médico del Alma. Es la primera versión del Internet, más lenta, pero más cálida.”



                Y lo que pasa es que según la historia esta rola se originó en la peda, un día con el Sr. Jorge Cafrune, así: a vuelo de pájaro, pero por suerte alguien la grabó y se pudo reproducir después de la laguna mental de Facundo. Cada quien la versión que más le guste.

                “Facundo Cabral es un ángel sin escrúpulos, un Woody Allen cristiano. Es el décimo tercer apóstol de Jesús.”

                Murió en Guatemala, en un atentado, era casi ciego, escribió para sí mismo “Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel que eligió como última morada”  pues no tenía una residencia fija. Algunos dicen que no tenía ni residencia propia y todos los premios que alguna vez obtuvo se los regaló a un amigo taxista suyo. Queda como deuda el nobel de la paz, que Oscar Arias Sánchez presidente de Costa Rica propuso para su atril.

                “Nos engañaron: nos invitaron a un concierto y era un milagro.”

                Curioso si denotamos que estuvo preso a los 14 años, debido a su agresividad, en parte originada por su alcoholismo que traía arrastrando desde antes de su pubertad. Pero aun así le consiguió trabajo a su madre al hablar con el presidente argentino Perón al burlar la guardia de la casa rosada, residencia del gobierno argentino. Pero lo entendemos perfectamente: todo revolucionario es un desadaptado, si no cómo podría ser un revolucionario.

                “Pensé que Facundo Cabral era argentino, al escucharlo comprobé que era patrimonio de la Humanidad. Se viste como vaquero pero habla como un profeta.”

                Huérfano de padre, que los abandonó un día antes de que Facundo naciera; precoz pues termina la educación en mucho menos tiempo del que se requería ese entonces, casi la mitad de este. Algunos dicen que lo hizo en tres años en lugar de doce. Y así, un año antes de quedar libre de la prisión decide escapar y caminar por el mundo. Pero esto fue más bien fortuito debido a su color de protesta.

                “Facundo Cabral es tan incalificable, como inevitable.”

                En el 96 la UNESCO lo declara mensajero de la paz, a este ex prófugo. Una vez conoció a Borges aunque consideraba hablar con él como hablar con Sócrates. Hace referencia a un breve dialogo con la madre teresa. En fin, así como es él y como era tal vez ahorita este burlando la guardia de los arcángeles para hablar con dios (o quién sabe, para cantarle otra canción de protesta).  

                “Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan y de tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa.”

                Esto no es una milonga, ni tango ni candombe. Esto difícilmente se acerca a una reseña de un personaje que algunos, en la música y en la literatura consideramos un genio, al artista, porque la persona era, ya se fue, el genio, el artista se quedó y como dijo Ernesto Sábato y una vez (o quién sabe cuántas) lo citó Facundo: “Hay que desconfiar de los genios porque a veces se hacen los muertos…”



Por Mictlantecutli Arriaga.
                 

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